Las estructuras de montaje solar son marcos integrales diseñados para soportar paneles solares en diversos entornos, proporcionando estabilidad, orientación óptima y durabilidad a largo plazo. Estas estructuras son la base de los sistemas de energía solar, creadas para resistir agentes de estrés ambiental como el viento, la nieve, la lluvia y extremos de temperatura, asegurando al mismo tiempo que los paneles permanezcan alineados para captar la máxima cantidad de luz solar. Fabricadas con materiales de alto rendimiento, las estructuras de montaje solar suelen emplear aleación de aluminio (6063-T5 o 6082-T6) para aplicaciones ligeras como sistemas en techos, acero galvanizado para montajes en tierra de uso intensivo y acero inoxidable (316) en entornos corrosivos (zonas costeras o zonas industriales). La elección del material equilibra resistencia, peso y protección contra la corrosión, con una vida útil estimada de más de 25 años, coincidiendo con la vida útil de los paneles solares. Las estructuras de montaje solar varían según la aplicación: las estructuras para techos pueden ser con rieles (con rieles paralelos que soportan los paneles) o sin rieles (fijación directa de los paneles) para reducir peso y resistencia al viento; las estructuras en tierra suelen incluir postes o tornillos helicoidales anclados al suelo o al hormigón, con inclinación ajustable (10°–45°) para alinearse con la trayectoria solar específica de cada latitud; y las estructuras para cocheras combinan el soporte de los paneles con la protección de vehículos, empleando diseños con vigas y columnas con luces libres de 4–8 metros. Los elementos clave del diseño incluyen componentes modulares para facilitar la ampliación, orificios preperforados para simplificar la instalación y gestión integrada de cables para organizar el cableado. La capacidad de carga se prueba rigurosamente, cumpliendo las estructuras con normas internacionales como ASCE 7 (cargas de viento y nieve hasta 160 km/h y 5 kN/m²) e IEC 62715 (seguridad en sistemas fotovoltaicos). Los procesos de instalación varían según el tipo, pero generalmente implican preparación del lugar (inspección del techo o nivelación del terreno), ensamblaje de los marcos de soporte y fijación de los paneles mediante abrazaderas o soportes. Las estructuras de montaje solar no son solo funcionales; son sistemas de ingeniería precisa que cierran la brecha entre los paneles y su entorno, influyendo directamente en la eficiencia energética, la fiabilidad del sistema y el cumplimiento de las normativas locales de construcción, lo que las convierte en elementos indispensables en cualquier instalación de energía solar.