Las cubiertas solares son estructuras de doble propósito que combinan paneles solares con una protección superior, proporcionando sombra o protección para espacios exteriores mientras generan electricidad renovable. Estas cubiertas son versátiles y se utilizan en estacionamientos (cubiertas solares para automóviles), patios, paradas de autobús o patios industriales, combinando producción de energía con utilidad práctica. Fabricadas con materiales de alta calidad, las cubiertas solares presentan un marco de aleación de aluminio (6082-T6) o acero galvanizado para el soporte estructural, con recubrimientos resistentes a la corrosión que soportan la lluvia, la radiación UV y los extremos de temperatura. El marco está diseñado con luces libres (distancia entre columnas) de 4 a 10 metros para cubrir grandes áreas, sosteniendo paneles solares montados sobre rieles inclinados (10°–30°) para una captación óptima de luz solar. Las cubiertas solares admiten paneles de 60 o 72 celdas, dispuestos en orientación vertical u horizontal, con espaciado para evitar sombreado entre filas. Sus características clave incluyen sistemas integrados de drenaje (canalones y bajantes) para dirigir el agua de lluvia lejos de las áreas cubiertas, iluminación LED para visibilidad nocturna y estaciones de carga para vehículos eléctricos (con cableado que pasa a través de las columnas) como opción adicional. La seguridad es prioritaria, con estructuras que cumplen estándares como AISC 360 (diseño de acero), ASCE 7 (cargas de viento/nieve hasta 160 km/h y 4 kN/m²), e IEC 62715 (seguridad en sistemas fotovoltaicos). La instalación es modular, con componentes prefabricados que reducen el tiempo de construcción en obra en un 30–50 % en comparación con cubiertas tradicionales. Para empresas, las cubiertas solares ofrecen beneficios dobles: reducción de costos eléctricos gracias a la generación local de energía y mejoras en las instalaciones destinadas a clientes/empleados (estacionamientos con sombra, espacios exteriores protegidos). Además, contribuyen a los objetivos de sostenibilidad al reducir la huella de carbono aprovechando áreas exteriores normalmente infrautilizadas. Ya sea en entornos urbanos o rurales, las cubiertas solares son un ejemplo de diseño innovador que convierte la protección en un activo de energía renovable.