Los soportes solares son componentes fundamentales que fijan los paneles solares a sus estructuras de apoyo: techos, montajes en tierra, postes o paredes, garantizando estabilidad, ángulos de inclinación óptimos y un rendimiento duradero. Estos soportes están diseñados para satisfacer múltiples requisitos: sujetar los paneles de forma segura, permitir la expansión térmica y resistir décadas de exposición al exterior. Fabricados con materiales de alta calidad, los soportes solares suelen estar hechos de aleación de aluminio (6061-T6), combinando ligereza y resistencia, ideal para instalaciones en techos donde el peso es un factor importante. Para condiciones más extremas, como zonas costeras con exposición a salitre, los soportes de acero inoxidable (316) ofrecen una resistencia superior a la corrosión, mientras que los soportes de acero galvanizado se emplean en montajes en tierra de alta resistencia que requieren una máxima capacidad de carga. Los soportes solares vienen en diversos diseños adaptados a aplicaciones específicas: los soportes para techos pueden incluir ganchos para tejas (para techos de pizarra o arcilla) o abrazaderas universales (para tejas de asfalto), evitando perforar el techo; los soportes para suelo disponen de patas ajustables que permiten nivelar los paneles en terrenos irregulares; los soportes para postes usan abrazaderas de banda para fijarse a postes verticales; y los soportes para paredes son compactos, diseñados para montarse en superficies verticales. Sus características clave incluyen mecanismos de inclinación ajustables (10°–60°) para optimizar la captación solar, orificios ranurados para ajustar con precisión la posición de los paneles y juntas antideslizantes (de caucho EPDM) para evitar movimientos y ruidos. Estos soportes cumplen con normas internacionales como UL 2703 (seguridad en montaje) e IEC 62715 (rendimiento en sistemas fotovoltaicos), garantizando que soporten cargas estáticas de hasta 5 kN/m² (nieve) y cargas dinámicas por viento de hasta 140 km/h. La instalación se simplifica gracias a componentes preensamblados y especificaciones claras de torque (8–15 N·m), asegurando un fijado seguro sin dañar los paneles ni las estructuras de apoyo. Ya sea en sistemas residenciales, instalaciones comerciales o configuraciones autónomas, los soportes solares son el eslabón fundamental que garantiza que los paneles permanezcan fijos y correctamente orientados, contribuyendo directamente a la eficiencia y longevidad de los sistemas solares.