Los soportes solares son fijaciones especializadas diseñadas para asegurar los paneles solares a los rieles de montaje, proporcionando una conexión segura y ajustable que resiste los esfuerzos ambientales. Estos componentes compactos desempeñan un papel fundamental en la integridad del sistema solar, asegurando que los paneles permanezcan alineados y estables frente al viento, la lluvia y las fluctuaciones de temperatura. Fabricados en aleación de aluminio de alta calidad (6061-T6) o acero inoxidable (316), los soportes solares combinan propiedades ligeras con alta resistencia, presentando recubrimientos anticorrosión (anodizado para el aluminio) para evitar la degradación con el tiempo. Existen dos tipos principales: los soportes de extremo, que aseguran los bordes más externos de los arreglos de paneles, y los soportes intermedios, que fijan los paneles adyacentes entre sí, distribuyendo uniformemente el peso a lo largo de los rieles. Ambos tipos presentan un diseño de dos piezas: una base que se fija al riel (mediante ranura en T o perno) y un soporte superior que agarra el marco del panel, con tensión ajustable para adaptarse al grosor de los paneles (30–50 mm). Muchos soportes incluyen juntas de goma EPDM que crean un sellado antideslizamiento, reduciendo el ruido causado por vibraciones y protegiendo los marcos de los paneles de arañazos. La instalación es sencilla, gracias a los tornillos hexagonales o Torx que se ajustan con un par de 8–12 N·m para un fijado seguro sin excesivo apriete. Los soportes solares cumplen con normas internacionales como UL 2703 e IEC 62715, asegurando que soportan cargas estáticas (nieve) de hasta 5 kN/m² y cargas dinámicas (viento) de hasta 2 kPa. Ya sea en techos residenciales, instalaciones comerciales en tierra o techos para automóviles, los soportes solares son los héroes silenciosos de las instalaciones solares, brindando la precisión y fiabilidad necesarias para que los paneles funcionen óptimamente durante décadas.