Las estructuras desarrolladas para soportar paneles solares, que permiten colocar y proteger los módulos solares en diferentes geografías, requieren ingeniería avanzada. Las estructuras varían: las estructuras para techos frecuentemente están compuestas de aluminio o acero ligero para evitar sobrecargar el techo y utilizan sistemas de lastre o sujeción para estabilidad, mientras que las estructuras terrestres emplean bases robustas de acero o concreto para resistir condiciones de viento alto y clima severo; y las estructuras de carport sirven como refugios para vehículos mientras también soportan paneles solares. Algunas capacidades notables incluyen diseño para cargas de viento (hasta 160 km/h), capacidad de carga de nieve (hasta 1.2 kN/m²) y resistencia a la corrosión menor (acabados en polvo electrostático). Para promover un diseño más verde, algunas estructuras integran estaciones de carga para vehículos eléctricos, iluminación o sistemas de recolección de agua de lluvia. Cumplir con códigos internacionales de diseño de edificios junto con las garantías del fabricante de paneles proporciona confiabilidad en todos los casos de uso.